La Corporación Un Nuevo Ser con la Dra Mabel Vallejo, donde nacieron mis hijos y la Liga de La Leche de Colombia, con Carolina Evans, cambiaron mi orientación en la vida y empecé a conocer las terapias alternativas con Jorge Carvajal, los Talleres de Crecimento con Frank Cardelle en 1989 y desde entonces mi vida no volvería a ser la misma.
Me involucré en el trabajo con la Liga de la Leche de Colombia apoyada por Carolina Evans, fue así como empecé a llevar una propuesta de trabajo comunitario con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) durante diez años, al mismo tiempo me formaba con Frank Cardelle, con quién estuve desde 1989 cuando me lo recomendaron para un taller que iba a dar sobre adolescencia; me fui motivada porque me dijeron que él trabajaba Terapia Holista y para mí esa visión de ver al ser humano más allá del cuerpo o las emociones era mi búsqueda en ese momento. Así que me fui a inscribir pero no había cupo, sin embargo me dijeron que había espacio en el entrenamiento que él estaba haciendo, pues era donde me correspondía estar ya que a partir de ese momento seguí con él y me hice terapeuta después de muchos años hasta la última formación en Terapia Integral de Vida, que le organizamos María Soto y yo en Medellín en el 2010 hasta el 2017, año de su muerte.
Con Jorge Carvajal estuve muchos años en los grupos de estudio y formación en Sintergética, Manos, y en los Grupos de Sanación, al mismo tiempo, entré a la Universidad a estudiar Terapia de Familia. La UPB me permitió ingresar a realizar estos estudios porque demostré la experiencia de diez años trabajo comunitario con mujeres; es hermoso ver cómo un domingo veo la convocatoria de la universidad en el periódico local y tenía el cheque del trabajo con las mujeres y con él podía pagar el semestre de la Universidad. También estaba desarrollando otro sueño al que fui invitada por Hilda Restrepo, con Esther María Mesa y Rocío Henao, para crear Ser Abierto, donde también estuve por diez años.
Siguiendo la fuerza de mis padres en acción, fue como se dio la creación de la Corporación Savia, que me ha llevado en otras direcciones a formarme profesionalmente en Constelaciones Familiares, con Liz Corredor en un comienzo y luego en el centro de Marianela Vallejo y la Universidad Cudec en Bogotá, donde estudié Pedagogía Sistémica.
Seguí al maestro Bert Hellinger con la Hellinger Sciencia donde me certifiqué como Consteladora Familiar Internacional, yendo cada año primero a Argentina y luego a México desde que lo conocimos en Bogotá, hasta su despedida de México en Cancún. Con la Universidad en México me fui formando en Psicología Sistémica, y ahora estoy apoyando con la formación de Savia en Constelaciones Familiares a muchas personas que se quieren profesionalizar en el ejercicio como Consteladores Familiares Certificados.
Son treinta años en una labor de servicio y entrega a la vida a través de muchas instituciones, empresas, personas, parejas y familias que me han permitido servir.
Con el paso del tiempo puedo decir que hoy la visión de Constelaciones Familiares me ha permitido integrar mis profesiones y puedo aportar mucho en las empresas de Familia porque la historia personal le da a la empresa la fuerza y la puede llevar al éxito o el desconocerlo le puede traer muchas implicaciones para su crecimiento.
Mi profesión se conecta con mi vocación la realizo con pasión y no tiene jubilación, porque trabajar es vivir para servir y estoy feliz haciendo lo que amo, creciendo y ayudando a crecer, viendo florecer el ser de las personas y las empresas, cuando se liberan de lo que sobra. Gracias a la vida por permitirme fluir en lo que ella tenía para mí.